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Inicio >> Tejeda >> Degollada de La Goleta - La Culata - Cruz de Timagada (Ruta nº12)
Ruta 10: Artenara - Cruz de Tejeda

Degollada de La Goleta - La Culata - Cruz de Timagada

CARACTERIZACIÓN GENERAL. Observar esta caldera es acercarse a la génesis de la isla de Gran Canaria. Hace aproximadamente 14,5 millones de años, emergió de las profundidades del Atlántico un enorme edificio volcánico que, en un tiempo récord -evidentemente en una escala geológica- creció alcanzando una altura que pudo haber estado en torno a los 3.000 metros sobre el nivel del mar.

Con posterioridad a este hecho, y tras un período de calma de medio millón de años, surgió otro centro de emisión situado en el entorno donde hoy se yergue el majestuoso Roque Bentayga y, así, entre espectaculares erupciones de carácter explosivo y breves etapas de calma, la isla continuó creciendo en tamaño, realzando y esculpiendo su relieve. Durante todo este periodo, que duró unos 5 millones de años, se sucedieron erupciones de elevada explosividad. En una primera fase y debido a la rapidez con la que los materiales que estaban en la cámara magmática fueron expulsados a la superficie, ésta quedó hueca, soportando todo el peso del techo -es decir, la sima de este gran edificio volcánico-, que más tarde se hundiría formando una enorme caldera.

A continuación, este gigantesco cráter volvería a rellenarse, emitiéndose el magma a través de una densa malla de diques cónicos (cone sheet), desbordándose y extendiéndose la lava por toda la isla, llegando incluso hasta el mar. Así, durante casi siete millones de años se irían sucediendo toda una serie de episodios volcánicos de gran magnitud que han dejado su huella en el territorio, con etapas de mayor crudeza en las que, por ejemplo, se generaron enormes mantos de cenizas de hasta 30 metros de espesor, y en las que también se intercalaron cortos espacios de calma. Reinaría después un período de calma que se mantendría durante unos cuatro millones de años, etapa en que los agentes erosivos hicieron su trabajo desbastando el relieve, y en la que la caldera volvió a ser excavada.

El último acontecimiento volcánico acaecido en esta zona, que tuvo una duración de un millón de años (desde los 4,5 a los 3,5 m.a. aproximadamente), daría lugar a otro gran edificio volcánico, el estratovolcán Roque Nublo. Al principio, emisiones tranquilas fueron evolucionando hacia otras más explosivas, debido en parte a la presencia de abundantes bolsas de agua subterránea, hasta que todo terminó con un gran colapso de flanco suroeste y una gran explosión.

Este paisaje, tal y como se dijo con anterioridad, fue descrito por el afamado y controvertido escritor, dramaturgo, poeta y pensador Miguel de Unamuno, como una "tempestad petrificada", quizás una de las más ingeniosas y acertadas definiciones que se han hecho de este espectacular espacio.

En la actualidad, un paseo por el interior de la gran Caldera de Tejeda nos ofrece una visión de los diversos materiales geológicos emitidos, coincidentes con las diferentes etapas descritas: basaltos, traquitas, sienitas o fonolitas, así como las lavas y brechas del gran edificio Roque Nublo. Caminar por esta senda hasta La Culata, es recorrer el mismísimo cráter del antiguo edificio volcánico del Roque Nublo, un espacio caracterizado por sus fuertes pendientes.

En La Culata, el paisaje se antropiza, destacando la existencia de antiguas viviendas que se emplazan dejando siempre libre el poco suelo productivo que, en cadenas, constituye la obra creada gracias a la destreza de unos campesinos acostumbrados a obtener el máximo rendimiento de la tierra. Se cultivan principalmente papas, algunas hortalizas y frutales, que salpican el espacio de colorido.

En la imagen inferior se muestra una terraza en barbecho con el cañizo preparado para que el tractor lo revuelva junto con la tierra, lo que crea un aporte de abono; también se aprecian las llamadas "papas de risa", que son aquellas que brotan después de ser recogida la cosecha. El agua de abasto con que se suministra el barrio de La Culata, proviene de la Heredad de Los Manantiales, mientras que la de riego emana de diversas fuentes y manantiales que existen en los alrededores.

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Plano del camino

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Perfil del camino

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Descripción del camino

Tramo 1: Degollada de La Goleta - La Culata

Desde la Degollada de La Goleta, a la derecha de la base del camino que asciende hasta el Roque Nublo, parte un sendero perfectamente señalizado que, bien empedrado los 20 primeros metros, desciende hasta La Culata.

En zig-zag bajamos, atravesando un pinar abierto y dejando a nuestra derecha el Barranquillo del Agua. La senda presenta un buen firme de tierra, escalonado a tramos, lo que modera la pendiente, aunque es algo resbaladizo especialmente después de las lluvias o en invierno. Tras descender unos metros y realizar un corto llaneo, vuelve a bajar cruzando el cauce, continuando por la ladera de enfrente, donde observamos la presencia de saos. Andamos siempre entre pinos y grandes bloques (rocas) caídos en tiempos pretéritos, y junto a otras especies vegetales de carácter rupícola, como verodes, cerrajas o cónganos, plantas asociadas a unas mayores condiciones de humedad. En algunas de estas rocas se puede ver la tafonización originada por la erosión eólica.

Existen tramos empedrados, con rocas de mayor o menor tamaño a ambos lados del sendero, resultado de antiguos desprendimientos. El material geológico de todo el espacio es siempre brecha Roque Nublo. Junto al pinar que se abre cada vez más, comienzan a aparecer también escobones, tajinastes, tabaibas y salvias. A lo largo de la senda, encontramos pequeños muros de piedra seca que ayudan a señalizar, aún más, el camino.

Habiendo recorrido unos ciento cincuenta metros, el pinar finaliza, y es sustituido definitivamente por una vegetación de porte arbustivo. Bajando la vista podemos ver el barrio de La Culata; al frente, el roque de El Piquillo y, a la izquierda, una vetusta vivienda y casa cueva, el Cortijo del Pino, antigua "vuelta ganadera". Transitamos por un empedrado en buen estado.

Pasamos por un cruce de senderos que conduce a tres destinos: La Culata, La Goleta y Roque Nublo, y localizamos, transcurridos otros 10 minutos, una pista hormigonada por la cual descendemos, llegando a las primeras casas del barrio de La Culata, pertenecientes a un núcleo que recibe el nombre de La Hortiguilla.

Continuamos por esta vía, alcanzando una carretera asfaltada. Atajamos por el sendero (dirección N) que se ve junto a un grupo de pequeñas casas con techo a dos aguas -en su inicio hormigonado y posteriormente empedrado-. Caminamos bajo una gran higuera, cruzando un barranquillo -cuando llueve o tras fuertes lluvias se recomienda seguir por la carretera- y llegamos de nuevo a la vía asfaltada que dejamos con anterioridad. Aquí giramos a la izquierda de nuestra marcha, bajando al centro del barrio de La Culata (iglesia, parada de guagua, bares, local social, etc.).

Tramo 2: La Culata - Cruz de Timagada

El inicio de este segundo tramo de ruta comienza justo al lado del local social, más o menos enfrente de la parada de guaguas. Poniéndonos delante de este edificio, justo a la izquierda, desciende la senda empedrada que cruza un barranquillo. Subimos hasta una pista de tierra, donde giramos a la izquierda. Recorridos unos 20 metros, torcemos a la derecha y pasamos junto a una casa; volvemos a cruzar otro pequeño barranquillo en donde brota un naciente de agua, con abrevadero, y disfrutamos de la presencia destacada de saos.

Continuamos ascendiendo por un camino empedrado (dirección NO), hasta llegar a una curva cerrada a nuestra derecha. Mirando hacia atrás, podemos avistar la "vuelta ganadera de La Mesa", de propiedad privada, con el barrio de La Culata al fondo.

Por una senda bien empedrada, a veces en llano y otras ascendiendo, nos acercamos, entre retamas, escobones y almendreros, hasta una bifurcación de caminos, que a la derecha desciende con dirección hacia el pueblo de Tejeda. Continuamos de frente hasta la Cruz de Timagada.

Información adicional de la ruta

La papa (Solanum tuberosum)

La papa es una planta herbácea provista de un sistema aéreo y de otro subterráneo de naturaleza rizomatosa del cual se originan los tubérculos, es decir, los rizomas son tallos subterráneos de los que surgen las raíces adventicias, y en donde se originan unos hinchamientos denominados tubérculos, siendo estos ovales o redondeados, y que son los órganos comestibles de la papa.

Es uno de los productos que más se consume en las islas, tratándose de un alimento básico de la cocina canaria y muy valorado como acompañamiento en diferentes platos. Quizás, sean las papas arrugadas las más conocidas internacionalmente.

Este tubérculo es originario del continente americano, más concretamente de la región andina, lugar desde el que se exportó a Europa y del que proviene su nombre, papa.

Casi desde su entrada en Canarias, a mediados del siglo XVI, y junto con el gofio, pasa a formar parte importante de la dieta básica de la población rural de las islas. En Canarias, este producto se aclimató rápidamente, adaptándose con facilidad a su suelo y clima. Se cultiva prácticamente en todas las zonas, existiendo diferentes variedades. Antiguamente, los agricultores las almacenaban en cuevas o en cuartos cercanos a los cultivos, tapándolas con helechos para que no se estropearan, poniéndose verdes o saliéndoles raíces.

En las islas se dan diversas variedades de papa. Las más conocidas, quizás, sean la papa bonita, la colorada, la blanca, la negra y la nueva, esta última una de las más apreciadas popularmente. La papa bonita, tal vez por su sabor más dulzón, es también muy valorada y demandada.

El Roque Nublo

Declarado por la Ley de Espacios Naturales Protegidos de Canarias como Monumento Natural, y con una superficie de 451,8 hectáreas, esta geoforma constituye un símbolo de la isla de Gran Canaria. Se localiza dentro del término municipal de Tejeda, casi en el centro geográfico de la isla, elevándose 80 metros sobre su base y a 1.813 metros sobre el nivel del mar.

En todo el entorno se aprecia un material muy característico denominado "brecha Roque Nublo", composición geológica que enlaza con las especiales características de lo que fue la erupción del hoy desmantelado estratovolcán del Roque Nublo. Estas coladas llamadas "brechas", se constituyen como huellas de aquel episodio eruptivo, que probablemente tuvieron su inicio con una primera fase de coladas lávicas y que continuaron hacia fases más explosivas, culminando en una erupción final en donde se produjo un gran colapso y el deslizamiento gravitacional de gran parte de ese gran edificio volcánico. El resto ha sido trabajo exclusivo de los agentes erosivos.

También, este pitón de conglomerado basáltico ha sido y es pieza codiciada por muchos escaladores, que acuden hasta su base con el ánimo de alcanzar su techo. Parece ser que fue un equipo de alemanes el que primero lo coronó; a partir de entonces, han sido muchos los que se han aventurado a subirlo, siempre por alguna de las 24 vías existentes.

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